Ni flores ni bombones. Tratar conocer a tu ‘media naranja’ Jami?s habнa sido tan fбcil
O, al menos, encontrar a otro que cubra eventualmente su Ya. Y podria ser las aplicaciones sobre citas se han convertido en la clase de Celestina 3.0 que, en la mayorнa sobre los casos, tampoco acaba bien. Sin embargo, desplazandolo hacia el pelo a pesar de las desventuras y no ha transpirado amores frustrados que nacen a raнz sobre aquellos tecnolуgicos encuentros, varones asi como chicas de al completo el ambiente continъan deslizando el dedo en la monitor aceptando o rechazando al que podrнa ser (o no) el candidato rematado.
“no obstante en el final sepan que los miembros masculinos que conocerбn nunca van a contestar a sus ideales siguen recurriendo a estas aplicaciones para guiar una energнa amorosa que precisa ligarse a algъn objeto tangible”, explica iniciar sesiГіn de citas cornudo la psicoanalista Virginia Valdominos. “Necesitamos sentirnos especiales de alguien, pero sea a travйs de la conversaciуn por chat”, aсade. Sin embargo, por norma general, hombres asi como mujeres nunca comparten las mismas intenciones, y no ha transpirado como dice la experta, Tenemos quien brinda amor para obtener sexo y quien seduce sуlo por lograr apego. Algo difнcil de diferenciar a travйs de la monitor.
Nunca obstante, el equipo directivo de Tinder defiende que, tras hacer un cuestionario a 300.000 usuarios de la aplicaciуn, la conclusiуn podria ser el 80% sobre ellos, independientemente sobre su gйnero, sн que busca una relaciуn larga, desplazandolo hacia el pelo nunca sуlo sexo casual. “No existe dubitacion de que Tinder ha incrementado el nъmero de conexiones en este ambiente. Hemos brindado a los usuarios la oportunidad sobre conocerse igual que ninguna una diferente medio lo habнa hecho. En ese sentido, estб cambiando el ambiente. Seria una cosa bello”, argumentaba el CEO sobre la ‘app’, Sean Rad, a los medios.
їHa cambiado el modo de encontrar el apego?
“El metodo sobre amar de los seres humanos ha cambiado poco. Seguimos amando como permite miles de aсos, No obstante a esta maneras sobre amar se han ido sumando nuevas concepciones a lo esplendido sobre la leyenda, escritas en la literatura”, cuenta la experta. “Aъn se podri?n dar con clases paleolнticas sobre comprender el apego, romбnticos de el siglo XVI, aunque desgraciadamente, son menos frecuentes”, aсade. Pero segъn Valdominos, esta evoluciуn no tiene que ver tanto con la vнa sobre comunicaciуn, sino con la ideologнa inconsciente que, igual que generaciуn, hemos desarrollado referente a el amor. “en el interior sobre la comunidad capitalista, el sentimiento de dominio privada trasciende tambiйn al plano amoroso, llegando a considerar que podriamos tener al otro”, advierte.
Lo que sн ha cambiado seria la manera sobre conseguirlo. El medio. Sobre todo en aquellas individuos a las que tradicionalmente les se mostraba mбs difнcil conocer a otra sujeto por vergьenza o baja autoestima. Asн lo explica un analisis presentado en la American Psychological Association en el que se descubrнa que los usuarios de estas aplicaciones tienen la mala percepciуn sobre sн mismos.
Con la tecnologнa, como critica la psicуloga del Massachusetts Institute of Technology (MIT) Sherry Turkle, “enviar mensajes, correos, anunciar. todas estas cosas nos Posibilitan presentarnos igual que deseamos ser. Podemos editar, o sea, que podemos borrar, que podemos retocar la rostro, la voz, la dermis, el cuerpo; ni escaso, ni mucho, sino lo justo”, asi como esa seria la principal fuerza de las ‘apps’ Con El Fin De descubrir pareja: muestras sуlo lo que te gustaria enseсar y no ha transpirado mantienes el control hasta que se produzca el armonia. Por motivo de que cuando se alcahueteria de amor no basta con conocerse. Sobre hecho, la psicoanalista reconoce que las parejas que se conocen a travйs de estas redes sociales tienden a acontecer mбs complicadas que las que surgen en encuentros rostro a cara. “seria como si esperasen hallar a su pareja ideal, que De ningun modo se corresponde con la realidad que tienen delante”, dice Valdominos.